El tejido conectivo, como la cuerda de una guitarra, necesita tener la tensión distribuida uniformemente a lo largo de él para funcionar correctamente.
Es muy frecuente que las zonas más sanas asuman el trabajo que las zonas contraídas no pueden realizar
Por ejemplo, si algunas vértebras tienen poca capacidad de movimiento, las vértebras siguientes tienen que asumir un movimiento excesivo para compensar a las primeras. Dando movimiento a las zonas más libres impido que las otras entren en acción. De esta forma, requiero de la zona flexible un rango de movimiento superior al fisiológicamente normal y la destruyo. La hernia discal es un claro ejemplo. Usualmente aparece entre dos vértebras que adquieren una movilidad excesiva para compensar el poco movimiento de las que les siguen.
Para que la tensión se distribuya de forma uniforme es necesario que activemos las que tienen menos capacidad de movimiento. En lugar de estirar las zonas que ya están suficientemente abiertas, como hacemos habitualmente. La distribución de la tensión será importante para mí si lo que busco es conocer mi cuerpo y enraizarme bien en él. Por tanto, para que ninguna zona haga un trabajo excesivo, y en consecuencia perjudicial, es necesario ampliar nuestra conciencia hacia las zonas que habitualmente no sentimos o no llaman nuestra atención.
del libro Body Yoga (que algún día publicaremos)
Y podríamos releer el texto aplicándolo a las relaciones en cualquier grupo humano: «… para que ninguna zona haga un trabajo excesivo, y en consecuencia perjudicial, es necesario ampliar nuestra conciencia hacia las zonas que habitualmente no sentimos o no llaman nuestra atención.»
* Foto de Zoltan Tasi
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