¿Y si lo de la musculatura fuera un engaño?

Después de años caminando en este planeta, uno va dejando atrás algunas certezas.

En los primeros años simplemente estás. Luego empiezas a observar y reflexionas. Quieres comprender. Más tarde te rebelas y quieres tomar el control. Y para controlar necesitas definir, delimitar, concretar, inmovilizar. Necesitas clasificar las cosas cómo ciertas o falsas. Pero la vida sigue mostrándote su complejidad.

Después de muchas vueltas se te ocurre que lo sencillo es lo del principio. Eso de simplemente estar, eso de sentirte parte del todo y actuar en complicidad con lo natural. Pero no es exactamente así, no solo es lo del principio. Se añade el placer de caminar hacia la comprensión, aun sabiendo que nunca la alcanzarás del todo.

 

El proceso de abstracción es necesario, pero es parcial

Cuando miramos atrás, podemos ver cómo hemos ido comprendiendo el mundo al ir creciendo. La realidad es tremendamente compleja, las palabras no nos alcanzan. Por ello hemos necesitado de la abstracción. Simplificamos, hacemos esquemas, separamos unas cosas de otras. Pero eso es solo para podernos explicar y entender.

Y algo nos pasa en el camino, quizá por nuestra tendencia a automatizar lo que hacemos, o porque la pereza nos atrapa, o quizá solo por despiste. Llega un punto, en que nos olvidamos de que todo nuestro discurso era solo un esquema para entendernos y nos creemos que esa simplificación es la realidad.

 

Creer en una realidad simplificada nos complica la vida

El problema de esta confusión llega cuando empezamos a tomar decisiones en base a esta idea de la realidad que es esencialmente parcial y equivocada.

Imaginemos que conducimos un coche pensando que tiene tres ruedas en lugar de cuatro. La cuarta no la vimos. Nuestra conducción será inevitablemente difícil y con resultados mediocres.

Diseñar movimientos o entrenamientos deportivos pensando en la musculatura como unidad motora, tiene el mismo efecto. En el texto de abajo, Jader Tolja nos cuenta lo que ha observado a lo largo de sus treinta años de investigación. Igual que llegamos al momento de aceptar que la tierra no era plana, es probable que ya estemos listos para aceptar una nueva realidad corporal. Ya está sucediendo.

«La idea de la musculatura es lo que queda de un paradigma obsoleto en relación a la anatomía y al movimiento. Es simple de estudiar, y de representar, y suficientemente lógica como para entenderla. Pero tiene poco que ver con nuestra realidad, que es bien distinta.

Basta con abrir un ser vivo. O abrir nuestra percepción, mirando un mono que va de rama en rama, un felino que corre o salta o un niño de pocos meses que se mueve. Se hace evidente que no estamos frente a un par de centenas de músculos que mueven algunas decenas de huesos, sino frente algo completamente distinto. La idea de cadenas musculares o miofasciales son seguramente modelos más evolucionados respecto al paradigma anterior, pero tampoco son suficientes para explicar lo que vemos o percibimos

Jader Tolja