Mantener a raya el estrés puede parecer un tema enorme que implica un cambio de vida radical. Pero este planteamiento solo añade más estrés a nuestro día a día.
Ya… ¿Y qué podemos hacer?
Cuando los problemas nos parecen muy grandes, es suficiente empezar por una esquina. Tomar aquello que sí podemos arreglar y ponernos manos a la obra.
Es sorprendente ver cómo podemos cambiar una situación actuando desde lo pequeño. Actuando.
Y esto es lo que consigues cada vez que realizas una pausa activa . Desde lo pequeño, invirtiendo 10 minutos al día, empezarás a influir en cuestiones claves y, gracias a tu constancia, generarás cambios en tu día a día que ahora ni siquiera puedes imaginar.
Una pausa activa es un tiempo breve de descanso dentro de la jornada laboral que sirve para recuperar vitalidad, claridad mental y serenidad.
¿Basta con parar, descansar y respirar? Si lo has hecho verás que a veces te sirve y a veces no. Es natural, porque hay más cuestiones a tener en cuenta.
Las 3 claves que hacen que una pausa activa sea efectiva en la gestión del estrés
Si quieres que tu pausa activa te sea realmente útil, ten en cuenta estos tres factores:
1. Dar espacio al sistema nervioso
Pasar horas en una misma posición afecta a la movilidad de la espina dorsal y con ello al funcionamiento del sistema nervioso. Es necesario que el movimiento consciente lo contrarreste para mantener la claridad mental y el buen funcionamiento de todo el organismo a lo largo de la jornada.
1. Activar los sensores
La sensorialidad es la función del sistema nervioso que nos permite detectar si lo que estamos haciendo es sostenible o nos está causando un desgaste excesivo. Mantener los sensores en buenas condiciones nos permite reajustar nuestras acciones en todo momento para mantener la vitalidad durante todo el día.
1. Actuar sobre el tono corporal
Aprender a pasar con facilidad de la acción al resposo y a la inversa es algo que se entrena de manera corporal. Es indispensable que el ejercicio de cambio de tono corporal forme parte de tus pausas activas si quieres mantener la serenidad durante la acción ¡incluso en medio de la tormenta.
Nos merecemos una sociedad en la que podamos vivir con tranquilidad, satisfechos con lo que hacemos y con vitalidad suficiente para disfrutar de la vida. Mi manera de propiciarlo es explicando a las personas que pueden recuperar y mantener el bienestar perdido a través del movimiento y la sensorialidad, y enseñando a hacerlo.
Si a ti también te parece que esto puede ayudar, envía la información a quien pienses que le hará bien.
Tere Puig
* Foto de Priscilla Du Preez en Unsplash
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