Como seres humanos tenemos muchos puntos en común, por tanto, para aliviar el malestar lumbar habrá hábitos y movimientos que nos sirvan a todos.
Pero…
¿Qué ocurre cuando a pesar de hacer todo lo «correcto» tu espalda sigue doliendo?
De hecho es una situación muy habitual.
Lo de ser personas únicas e irreptibles es así tanto en nuestras virtudes ¡como en nuestro malestar lumbar!
Ha llegado el momento de investigar. Cuando la receta no funciona, necesitamos descubrir si hemos cambiado algún ingrediente o si nuestro horno no ofrece la temperatura necesaria.
Una vez decubierto, tendremos que ver si podemos conseguir lo necesario, o si necesitamos una receta a medida para nuestros ingredientes y utensilios.
Observar antes de resolver
Malestar lumbar es una expresión extremadamente genérica.
¿Te duelen siempre las lumbares o solo al realizar un movimiento determinado o en una postura concreta?
¿Dónde está el dolor? ¿A lado y lado de la espina dorsal? ¿En la parte baja? ¿En la parte alta? ¿Es un dolor interno?
¿Has observado algún cambio en el malestar en función de la posición de tus hombros, cabeza, brazos, pelvis o piernas?
¿Notas que el malestar aparece o desaparece en función de cómo van tus digestiones o tu estado emocional o tu carga de trabajo?
Responder a todas estas cuestiones es esencial para empezar a introducir los gestos adecuados para aliviar el dolor en tus lumbares.
El Yoga Orgánico te ayuda a realizarlas.
Tu capacidad perceptiva es clave en el cuidado de tu salud
La práctica del Yoga Orgánico es una observación sistemática del funcionamiento de tu cuerpo y los efectos del movimiento y la postura en él.
Despertamos sensores, los ejercitamos y nos entrenamos en recoger y organizar la información que nos ofrecen.
Con ello pasaras de frases como «me molestan las lumbares» a frases como «la zona izquierda de mi zona lumbar se tensa si paso mucho rato sentada».
Y eso es oro para comprender qué cambios necesitas realizar para empezar a sentirte mejor.
Prepararnos para hacer cambios
Cuando hayamos observado todo el contexto en el que aparece o se agudiza el malestar lumbar es importante que mantengamos esta idea bien presente antes de realizar cualquier cambio: el cuerpo es un todo.
Esto significa que si muevo mi pie algo pasa en mi cabeza, que si muevo mi cabeza algo pasa en mi pelvis, que si muevo mis intestinos algo pasa en mi zona lumbar.
Teniendo esto presente, las estrategias para atender este malestar lumbar pueden no estar directamente dirigidas a esta zona.
Las sugerencias que te hacemos desde el Yoga Orgánico para aliviar tu malestar lumbar
Hemos observado nuestro propio malestar lumbar en busca de una solución específica para nuestro caso y tenemos presente que el cuerpo es un todo.
Las posturas como las de la imagen suelen proporcionar un gran alivio pero es muy probable que por si solas no generen un cambio duradero.
Vamos ahora a ver qué podemos hacer concretamente para empezar sentirnos mejor.
- Revisa que pies, piernas y pelvis te estén ofreciendo un apoyo suficiente. De lo contrario, tu zona lumbar tomará la responsabilidad de sostenerte.
Para trabajar el apoyo: deja que tus pies pesen sobre el suelo y luego empuja hacia él; deja que tus nalgas pesen sobre la silla y luego empuja hacia ella.
- Explora las posiciones de la parte baja del cuerpo distintas a las habituales
Cambia de silla; pon una banqueta debajo de tus pies; un cojín que de más altura a tu pelvis; si habitualmente dejas más peso en la parte posterior de las nalgas prueba llevar más peso hacia el pubis, o a la inversa.
- Ve a ver si la parte alta del cuerpo necesita reajustarse.
Una vez acomodado tu apoyo y postura, revisa si hay tensión en la mandíbula, cambia la posición de tus hombros, brazos y manos, observa si tu cabeza admite algún cambio de posición, habitúate a dar descanso tus ojos varias veces al día.
- Cada vez que aparezca una mejora anótate a qué gesto ha correspondido y recupéralo cada vez que el malestar lumbar aparezca. Y tenlo muy presente cada vez que practiques yoga o cualquier deporte o técnica corporal: forma parte de tu receta personal.
Te animo a dar valor a la observación, a cultivar tu capacidad de percepción y a los pequeños cambios diarios que puedes realizar sin esfuerzo.
Escríbenos en los comentarios si quieres contarnos tu caso o compartir tu experiencia con creación de la receta adecuada para ti 😉
Tere Puig
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