Autenticidad significado

Virtual no es digital

Y lo digital modifica nuestras relaciones, pero no aumentando necesariamente su virtualidad.

Este pequeño fragmento del libro «La sagesse des larmes» de Ginette Paris dio sentido a lo que llevo viviendo desde el inicio de esta irrupción de lo digital en nuestro día a día.

 

«Lo virtual no está donde lo imaginamos: no está tanto en nuestras pantallas como en las historias que nos explicamos para sobrevivir y comprendernos. En las ideas, en las teorías, en las imágenes, en los mitos, en el lenguaje que adoptanos para explicarnos, a nosotros mismos y a los otros.

 

Qué seamos tecnófobos o tecnófilos no tiene nada que ver con qué vivamos todos en un mundo virtual, porque todos fabricamos sin cesar los símbolos que dan sentido a lo que hacemos cada día. Renovar nuestra interpretación de la realidad, interna y externa, es un apasionante trabajo artístico, una mythopoiesis, es la creación de nuestro relato de vida.

 

Como todo se aprende, tenemos la posibilidad de desarrollar este arte psicológico, que, como la sabiduría, es una arte de la simplicidad».

 

No. Las sesiones de yoga no han perdido cuerpo a pesar de la pantalla.

Tampoco las relaciones que se han tejido sin contacto físico a través de las pantallas, igual que las que se tejieron años atrás a través de cartas en papel, tienen menos cuerpo de lo que pueden tener las relaciones con nuestros vecinos. Tendría que definir de que hablo cuando digo cuerpo, es cierto, vendrá en un próximo artículo.

No permitamos que el lenguaje con el que, desde mi punto de vista intencionadamente, se nos bombardea constantemente nos haga creer que nuestras relaciones han perdido calidad por el hecho de haber perdido contacto físico. Si han perdido calidad no será por eso, o no solo por eso.

Porque virtual no significa falso de manera absoluta y auténtico es mucho más que real.

 

Autenticidad

«Una novela, una película, un relato de vida, igual que un mito, no ofrecen certeza, solo puntos de vista, formas de renovar un significado. No podemos dejar de crear ficción, mito, es una parte esencial de la cultura.

 

Igual que una película que nos toca hasta el punto de hacernos llorar, un mito es falso en el exterior: tenemos claro que es una historia inventada; y cierto en el interior: nos hemos emocionado.

 

 

Y es crucial conocer los mitos que hemos hecho nuestros para evitar quedar empantanados cuando sea el momento de cambiar a otros», nos dice Ginette Paris.

 

Llegados a este punto, en el que aceptamos que somos también las historias que nos contamos, podemos volver a pensar en cómo definir la palabra autenticidad.

¿A qué nos referimos cuando la pronunciamos? ¿Qué esperamos de una persona auténtica, de una comunicación auténtica, de una relación auténtica?

 

Será estupendo si nos compartes tus puntos de vista en comentarios, tiraremos juntas del hilo.

 

Tere Puig

 

* Foto de Dylan Ferreira en Unsplash