Hablar de los beneficios del yoga significa hablar de los beneficios de conocerse a uno mismo.
Una práctica puntual nos hará bien, pero los cambios en el cuerpo físico, en nuestros estados emocionales y mentales o en nuestras relaciones los encontramos a través de una práctica sostenida en el tiempo
Lo que aporta el Yoga practicado de manera esporádica
Si prácticamos yoga puntualmente accederemos los beneficios que nos trae el movimiento en sí, el ejercicio de la atención y de la respiración sosegada.
El hecho de cambiar los movimientos habituales por otros distintos hace que activemos tejidos que habitualmente no se mueven y que ofrezcamos descanso a los que normalmente más trabajan. Favorecemos lo que llamamos una redistribución de la tensión, que tiene efectos en todas las funciones corporales.
El movimiento y la variedad de movimientos favorecen la hidratación y nutrición de nuestros tejidos, ofreciendo la posibilidad de una mejoría en el funcionamiento general del organismo.
Poner la atención sobre el movimiento y la postura hace que la quitemos de otras cuestiones cotidianas que nos pueden estar generando inquietud. Si la práctica es puntual no resolverá un estado de nerviosismo que esté instalado en nuestro día a día, pero ese paréntesis que nos estamos ofreciendo ya nos está haciendo bien.
Liberar al cuerpo durante un tiempo de la carga hormonal asociada al estrés, le ofrece un espacio de recuperación de gran valor.
También a lo largo de una sesión iremos accediendo a una respiración lenta y profunda y esto genera cambios en nuestro sistema nervioso.
Una respiración sosegada actua como señal para el organismo de que estamos en un estado de descanso y digestión, generando así una química que favorece el bienestar.
Sin embargo, no podemos dejar de señalar que una sola sesión de yoga, siendo beneficiosa, tiene un efecto temporal. Las prácticas esporádicas alivian algunas de nuestras incomididades. Son el primer paso para acceder a un bienestar suficiente que nos permite empezar a ocuparnos de lo que origina nuestros malestares.
Los beneficios del Yoga Orgánico practicado habitualmente
Hablaremos del Yoga Órgánico que es lo que en El punto de vista del cuerpo enseñamos.
No se trata de un tipo de yoga, si no de una manera de practicar yoga en la que el objetivo no es la construcción de las posturas, si no la utilización de las posturas para generar un mayor bienestar y autoconocimiento.
Cuando mantenemos la práctica a lo largo del tiempo con este enfoque no solo se producen cambios físicos y químicos puntuales en el cuerpo. También se amplia y modifica la información que tenemos de nosotros mismos, sobre cómo funcionamos y sobre nuestras capacidades.
El yoga orgánico es una técnica de educación somática, esto quiere decir que es una práctica en la que a partir del movimiento y la sensorialidad se accede a un mayor conocimiento de sí mismo.
Conocernos más a fondo abre la posibilidad a manejar mejor las vivencias diarias y los efectos de las emociones que nos producen.
Por qué el Yoga Orgánico hace que nos tomemos la vida con mayor serenidad
Es una práctica que cultiva la interocepción y la propiocepción. Esto significa que trabajamos para activar los canales sensoriales de nuestro cuerpo y para organizar la información que nos llega a través de ellos. Gracias a ello, cada vez percibimos con mayor claridad cómo está el cuerpo por dentro, cómo es nuestro entorno y cómo nos relacionamos con él.
Nos centramos en la investigación. Aunque utilizamos las técnicas de postura y movimiento básicas del yoga nuestro objetivo no es conseguir la destreza para realizarlas. Nos acercamos a cada movimiento y postura con una pregunta en mente ¿qué me ocurre cuando hago este movimiento en este momento? Esto nos ayuda a mantenernos en la dirección que queremos seguir: conocernos mejor a nosotros mismos y en relación con lo que nos rodea.
Cuando tenemos una mayor capacidad de percepción, los sucesos diarios son menos inesperados. Y cuando aun así nos sorprenden, si tenemos el hábito de investigar, en lugar de desestabilizarnos estos sucesos se convertirán en una oportunidad para explorarnos en una nueva situació.
¿Y qué hay de los beneficios del Yoga Orgánico en cuanto a la salud física?
Como comenté al inicio, una práctica esporádica ya hace bien a nuestros tejidos y sistemas. De manera que, la práctica constante no hará más que desplegar y afianzar esos beneficios.
Para poder desarrollar la capacidad de percepción y el hábito de investigación a través de la práctica de yoga, necesitamos que la práctica sea a ritmo lento y suave.
Los movimientos suaves y continuados favorecen la circulación de líquidos en el cuerpo. Regular de manerla habitual la hidratación corporal nutre y devuelve la elasticidad a los tejidos, devolviendo la facilidad en el movimiento y reduciendo el dolor tensional.
Para descubrir el funcionamiento del cuerpo, en Yoga Orgánico exploramos tres dimensiones básicas -la visceral, la óseo-articular y el tejido conectivo- y cuatro tipos de movimiento -el movimiento por peso, la resistencia, el empuje y la proyección.
Ejercitar las diferentes dimensiones corporales y las diferentes cualidades de movimiento ofrece recursos al organismo para autoregularse, facilitando así el acceso a la mayor vitalidad y potenciando el movimiento coordinado y libre de esfuerzo.
Y nada mejor que leer a los practicantes de Yoga Orgánico para descubrir todo lo que te puede aportar… Lee aquí sus testimonios.
¡Y no dudes en conctarme si quieres saber más!
Tere Puig
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